Actividad en la que se trabajen los conceptos uno y más de uno.
Los objetivos de la actividad son:
1. Diferenciar y aplicar el cuantificador uno.
2. Discriminar elementos según su cantidad.
3. Reconocer la grafía del número uno.
4. Desarrollar la percepción visual en la discriminación de figuras sobre el fondo.
Competencias que se trabajan:
-Lingüística.
-Matemática.
-Matemática.
-Aprender a aprender.
-Autonomía e iniciativa personal.
El siguiente cuento es un recurso que podríamos utilizar dentro del aula. Lo podemos encontrar en el libro "Cuentos para aprender y enseñar matemáticas: en educación infantil" de Margarita Marín Rodríguez. Yo he realizado algunas modificaciones pero la trama sigue siendo la misma.
Marta (se escoge a un niño de la clase como protagonista) es
una niña alegre y simpática con un montón de amigos; así que raro es el mes sin
una invitación a alguna fiesta de
cumpleaños.
Os voy a contar lo que pasó en la última fiesta a la que Marta
fue. Su amigo Pedro (se diría el nombre del niño/a de la clase que haya
cumplido años recientemente o vaya a cumplirlos) cumplía 4 años. Había muchísima
como, los postres más ricos estaban allí puesto encima de la una mesa:
apetitosas natillas, tarrinas de helados, dulces magdalena, temblorosas
gelatinas...
-¡Qué hambre me está entrando!- exclamó Marta con los ojos
golosos- ¿Cuál de todos elegiré?
Empezó a andar alrededor de la mesa intentando decidirse. De
pronto oyó una voz que decía:
-¡Escuchadme! ¿Queréis jugar a la “ruleta del postre” y así
de todo podremos probar sin que nos llamen tragones nuestros papás”.
Como sonaba bien, Marta escucho las reglas del juego
atentamente.
-Cada uno de nosotros por turno turno tirará un dado y
comerá tantos postres como indique el número que ha sacado
-¡Eso no es justo! –dijeron algunos-. Unos comerán más que
otros, pues no es lo mismos sacar uno que seis.
- ¡En eso está la emoción! ¿Qué número saldrá y cuántos postres
me tocarán? ¡Vamos a jugar!.
Martin, uno de los invitados cogió el dado, lo agitó en su
mano a la vez que cantaba:
Yo postres comeré
de uno a seis
pues otros números
en el dado no hallaréis.
…y lo lanzó sobre la mesa. ¡Un dos, ha salido un dos! Martin
cogería dos postres.
Marta entonces cogió el dado, y lo agitó cantando:
Yo postres comeré
de uno a seis
pues otros números
en el dado no hallaréis
y lo lanzó sobre la mesa. ¡Un cinco, ha salido un cinco!.
Marta elegiría cinco postres, así que se puso al lado de la mesa, cogió un
plato y se sirvió cinco postres deliciosos.
¡Con que satisfacción se lo comió y que afortunada se
sintió!.. Pues lo mismo podría haber salido un número inferior y menos postres
tendría a su elección.
Como os podréis imaginar no todos los invitados tuvieron
tanta suerte. ¡Qué desesperación aquéllos que sólo sacaron un número uno o un
número dos!.
Otro recurso de la web es el siguiente vídeo nos sumerge en la de aventura de incia Charlie por conocer los números. En este caso concreto se trabaja el número uno pero existen más capítulos que abordan números superiores. Este formato es válido para niños y niñas en edades tempranas al mismo tiempo que sirve para que los niños y niñas más grandes repasen estos conceptos.
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